Jorge Manrique





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Estando ausente de su amiga, a un mensagero que allá embiava

       Ve, discreto mensagero,
     delante aquella figura
     valerosa
     por quien peno, por quien muero
  5  flor de toda hermosura
     tan preciosa,
     y mira, quando llegares
     a su esmerada presencia,
     que resplandesce;
 10  do quiera que la hallares
     tú le hagas reuerencia
 12  qual meresce.

       Llegarás con tal concierto,
     los ojos en el sentido
 15  resguardando,
     no te mate quien ha muerto
     mi coraçón y vencido
     bien amando;
     y después de saludada
 20  su valer con afición
     tras quien sigo,
 22  de mi triste enamorada
     le harás la relación
 24  que te pido.

 25    Dirásle que soy tornado
     con más penas que lleué
     quando partí,
     todo siempre acompañado
     d'aquella marcada fe
 30  que le di.
     Aquel biuo pensamiento
 32  m'a traýdo sin dudança,
     assegurado
     al puerto de saluamiento,
 35  do'stá la clara holgança
 36  de mi grado.

       Dirásle cómo he venido
     hecho mártir, padesciendo
     los desseos
 40  de su gesto tan complido,
     mis cuydados combatiendo
 42  sus arreos.
     No t'oluides de contar
     las aflegidas passiones
 45  que sostengo
     sobr'estas ondas de mar,
     do espero los galardones
     tras quien vengo.

       Recuerde bien tu memoria
 50  de los trabajados días
     que e sofrido
     por más merescer la gloria
     de las altas alegrías
     de Cupido.
 55  Y plañendo y sospirando,
     por mouer a compassión
     su crueza,
     le di que ando esperando,
     bordado mi coraçón
 60  de firmeza.

       Que no quiera ni consienta
     la perdición, que será
     enemiga
     de mi vida, su siruienta,
 65  en quien siempre hallará
     buena amiga;
     mas que tenga por mejor,
     pues con razón me querello,
     de guiarme,
 70  y si plaze al Dios d'amor,
     a ella no pese de ello
     por saluarme.

       Y dirás la pena fuerte
     que de su parte me guarda
 75  fatigando,
     y quán cierta m'es la muerte
     si mi remedio se tarda
     de su vando.
     Dirásle mi mal amargo,
 80  mi congoxoso dolor
     y mi pesar,
     y sepa qu'es grande cargo,
     al que puede y es deudor,
     no pagar.

 85    Dile que biuo sin ella
 86  como las almas serenas,
     muy penado
     de pena mayor que aquélla,
     de sus grillos y cadenas
 90  aferrado.
     Y si no quiere valerme,
     pues yo no sé remediarme
     en tal modo,
     para nunca socorrerme,
 95  muy mejor será matarme
     ya del todo.

       Si vieres que te responde
     con amenazas de guerra,
     según sé,
100  dile que te diga dónde
     su mandado me destierra,
     c'allá yré.
     Y si por suerte o ventura,
     te mostrare que es contenta,
105  qual no creo,
     suplica assu hermosura
     c'a su servicio consienta
     mi desseo.

     [Fin] 

       Remediador de mis quexas,
110  no te tardes, ven temprano,
     contemplando
     el peligro en que me dexas
113  con la candela en la mano
     ya penando.
115  Y pues sabes cómo espero
116  tu buelta para guarirme
     o condenarme,
     que no tardes te requiero
119  en traer el mando firme
120  de gozarme.

Acerca del poema:

Se halla recogido en el Cancionero General 97r-97v («Otras suyas estando ausente de su amiga, a un mensagero que allá embiava»).


Notas:

 12
Preside toda esta estrofa una concepción extremadamente idealizada de la dama, como criatura de belleza resplandeciente y casi divina que se remonta a la tradición poética estilnovística y dantesca (tradición que también había recreado ya el Marqués de Santillana en algunos de sus sonetos). (Pérez Priego, ob.cit., pág. 48)
 15 reguardando
"mirando, considerando".
 22 enamorada
Quizá refererido a relación.
 24
Así en Cancionero General, aunque algunos editores modernos corrigen por te digo, para evitar la asonancia y completar la rima. (Pérez Priego, ob.cit., pág. 44).
 32 dudança
"duda".
 36 grado
"gusto, agrado".
 42 arreos
"adornos, atavíos".
 86 almas serenas
Quizá el símil aluda a las almas del limbo, a las que podría aplicarse el adjetivo "serenas". (Pérez Priego, ob.cit., pág. 51).
113 con la candela en la mano
Esto es, "moribundo, agonizante".
116 guarirme
"sanarme, salvarme".
119 mando
"mandato".
120 de gozarme
"de darme gozo".

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Fecha de creación: 2000-04
Última actualización: 2008-11-14
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