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Estando ausente de su amiga, a un mensagero que allá embiava
Ve, discreto mensagero,
delante aquella figura
valerosa
por quien peno, por quien muero
5 flor de toda hermosura
tan preciosa,
y mira, quando llegares
a su esmerada presencia,
que resplandesce;
10 do quiera que la hallares
tú le hagas reuerencia
12 qual meresce.
Llegarás con tal concierto,
los ojos en el sentido
15 resguardando,
no te mate quien ha muerto
mi coraçón y vencido
bien amando;
y después de saludada
20 su valer con afición
tras quien sigo,
22 de mi triste enamorada
le harás la relación
24 que te pido.
25 Dirásle que soy tornado
con más penas que lleué
quando partí,
todo siempre acompañado
d'aquella marcada fe
30 que le di.
Aquel biuo pensamiento
32 m'a traýdo sin dudança,
assegurado
al puerto de saluamiento,
35 do'stá la clara holgança
36 de mi grado.
Dirásle cómo he venido
hecho mártir, padesciendo
los desseos
40 de su gesto tan complido,
mis cuydados combatiendo
42 sus arreos.
No t'oluides de contar
las aflegidas passiones
45 que sostengo
sobr'estas ondas de mar,
do espero los galardones
tras quien vengo.
Recuerde bien tu memoria
50 de los trabajados días
que e sofrido
por más merescer la gloria
de las altas alegrías
de Cupido.
55 Y plañendo y sospirando,
por mouer a compassión
su crueza,
le di que ando esperando,
bordado mi coraçón
60 de firmeza.
Que no quiera ni consienta
la perdición, que será
enemiga
de mi vida, su siruienta,
65 en quien siempre hallará
buena amiga;
mas que tenga por mejor,
pues con razón me querello,
de guiarme,
70 y si plaze al Dios d'amor,
a ella no pese de ello
por saluarme.
Y dirás la pena fuerte
que de su parte me guarda
75 fatigando,
y quán cierta m'es la muerte
si mi remedio se tarda
de su vando.
Dirásle mi mal amargo,
80 mi congoxoso dolor
y mi pesar,
y sepa qu'es grande cargo,
al que puede y es deudor,
no pagar.
85 Dile que biuo sin ella
86 como las almas serenas,
muy penado
de pena mayor que aquélla,
de sus grillos y cadenas
90 aferrado.
Y si no quiere valerme,
pues yo no sé remediarme
en tal modo,
para nunca socorrerme,
95 muy mejor será matarme
ya del todo.
Si vieres que te responde
con amenazas de guerra,
según sé,
100 dile que te diga dónde
su mandado me destierra,
c'allá yré.
Y si por suerte o ventura,
te mostrare que es contenta,
105 qual no creo,
suplica assu hermosura
c'a su servicio consienta
mi desseo.
[Fin]
Remediador de mis quexas,
110 no te tardes, ven temprano,
contemplando
el peligro en que me dexas
113 con la candela en la mano
ya penando.
115 Y pues sabes cómo espero
116 tu buelta para guarirme
o condenarme,
que no tardes te requiero
119 en traer el mando firme
120 de gozarme.
Acerca del poema:
Se halla recogido en el Cancionero General 97r-97v («Otras
suyas estando ausente de su amiga, a un mensagero que allá
embiava»).
Notas:
- 12
- Preside toda esta estrofa una concepción extremadamente
idealizada de la dama, como criatura de belleza resplandeciente y casi
divina que se remonta a la tradición poética estilnovística
y dantesca (tradición que también había recreado ya
el Marqués de Santillana en algunos de sus sonetos).
(Pérez Priego, ob.cit., pág. 48)
- 15 reguardando
- "mirando, considerando".
- 22 enamorada
- Quizá refererido a relación.
- 24
- Así en Cancionero General, aunque algunos editores
modernos corrigen por te digo, para evitar la asonancia y completar la rima.
(Pérez Priego, ob.cit., pág. 44).
- 32 dudança
- "duda".
- 36 grado
- "gusto, agrado".
- 42 arreos
- "adornos, atavíos".
- 86 almas serenas
- Quizá el símil aluda a las almas del limbo, a las que podría aplicarse el adjetivo "serenas".
(Pérez Priego, ob.cit., pág. 51).
- 113 con la candela en la mano
- Esto es, "moribundo, agonizante".
- 116 guarirme
- "sanarme, salvarme".
- 119 mando
- "mandato".
- 120 de gozarme
- "de darme gozo".
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