Qué amador tan desdichado...
Qué amador tan desdichado,
que gané
en la gloria d'amadores
el más alto y mejor grado,
5 por la fe
que tuve con mis amores!
Y assí como Lucifer
se perdió por se pensar
ygualar con su señor,
10 assí me vine a perder
por me querer ygualar
en amor con el Amor.
Acerca del poema:
Esparsa. Cancionero General, 100 v («Esparsa suya»).
Es muy sugerente esta hipérbole sacroprofana en la que el poeta se compara a Lucifer,
el ángel caído, por haber querido igualarse con el dios Amor.
Pérez Priego [1999:88].